jueves, 23 de febrero de 2017

Consejos de Patronio

Después de haberle rogado al traficante no me hizo caso,así que me volví a poner en la fila se me hace duro hacerme a la idea de no poder ver a mis padres.
Me giro,no se el porque pero lo hago,será para verlos por última vez o para no olvidarlos nunca,según hago eso,veo que mis padres junto a otros padres más están hablando con otro señor,me quedo extrañada y veo como tanto padres vienen otra vez a por sus hijos,me quedo pensativa un rato,mis hermanos siguen mal por la idea de separarnos de ellos,pero veo como mis padres se acercan a mis hermanos y a mi,a lo que mi padre me dice lo siguiente:

-Chicos,tenemos una noticia,el señor con el que Ainhoa nos ha visto hablar,es otro traficante,que quiere llevarnos a todos juntos por otro camino,seguiríamos juntos,pero los otros padres y nosotros hemos estado hablando,tenéis dos opciones:seguir en esta fila,pero yo,tu madre y tus tíos irnos por carretera y nos veríamos en Palestina o irnos todos juntos por carretera en un camión.
Por mi parte y la de vuestra madre nos parece mejor que vosotros y los otros niños os vayáis por el barco y nosotros por la carretera ya que es más peligroso y creemos que estaríais mejor,pero es de vuestra decisión.

Me quedo pensativa a las opciones que me ponen mis padres,ya que por una parte estaría bien estar juntos y no perdernos, y la otra que posiblemente estemos más seguros en barco que por carretera ya que hay muchas bandas del equipo de guerra.
Ante esta situación decido hablar con mi amigo Andrés,al cual ya he cogido mucha confianza por todo lo que hemos vivido juntos y hablado
Voy con él y me cuenta que su madre le ha dicho lo mismo ya que el resto de los padres piensan lo mismo,que los mios,él tampoco sabe su decisión pero accede ha ayudarme en la mía contándome un cuento breve:


Había un hombre honrado que había sido muy rico pero se había arruinado totalmente, y le resultaba muy vergonzoso y humillante pedir ayuda a sus amigos para poder comer. Por esta razón pasaba muchas veces pobreza y hambre. Un día estaba muy preocupado, pues no tenía nada para comer, y acertó a pasar por la casa de un conocido suyo que estaba comiendo; cuando su amigo lo vio pasar, le dijo por simple cortesía si aceptaba comer con él. El hombre honrado, movido por tanta necesidad, le dijo, después de lavarse las manos:
»-Con mucho gusto, amigo mío, porque tanto me habéis pedido e insistido para que coma con vos, que os haría una grave descortesía si rechazara vuestro amistoso y cálido ofrecimiento.
»Dicho esto se sentó a comer, sació su hambre y quedó más contento. Al poco, Dios le fue propicio y lo sacó de aquella miseria en que vivía.
Cuando tu provecho pudieras encontrar
no debieras hacerte mucho de rogar.

No entendí lo que quiso decir,con el cuento, y me dijo que me quedara con lo ultimo<<Dios le fue propicio y lo sacó de aquella miseria en que vivía>>,a lo que él me dijo:
-Ainhoa,eso es solo una mala prueba,que nos están poniendo a todos,tanto a mi y mis seres queridos,como a ti y tu familia,después de todo esto llegaremos a estar bien,como a este hombre,según la decisión que tomes yo estaré contigo,¿vale? Te lo prometo.
Ha esto de lo que me ha dicho,solo le abracé y le dije que gracias,por todo,le dije todo lo que había pensado y dijo que vale,se vendria con nosotros y su hermana Sara.Después de todo esto,fui con mis hermanos,para hablar sobre la decisión que íbamos a tomar los tres,les dije que aunque fuera dura,era lo mejor para nosotros,nos iríamos con los otros niños en el barco y los padres se irían en camión,les prometí que les veríamos en Palestina,pasase lo que pasase.Con lágrimas en los ojos,aceptaron,ya que era la mayor de ellos y que también era decisión de mis padres.

Mis padres se despidieron y nos vieron dos bocadillos para cada uno y tres botellas pequeñas de agua,para el viaje.No sabia si era la mejor decisión,pero la más segura para mis hermanos.
Entramos en el barco cabizbajos,ya que la mayoría,no tienen a sus padres cerca,para dar ánimos o apoyo,que es lo que más se necesita en estos momentos tan duros.

El viaje duro unos dos días o así,por lo que pude deducir,por las pocas horas que dormí con Andrés.De repente bajaron unos cuantos hombres diciendo:
-¡Levantaros ya del suelo!¡Hemos llegado!
Muchos se levantaron por esos gritos de salvación otros aún no se levantaban por el cansancio,pero no tardaron mucho en despertar.
Subimos a la cubierta del barco para,poder bajar de allí,cada uno iba con sus hermanos,cuando nos tocaba bajar,oí decir que todo eso era una mentira,no pude creerme lo,¿otra mentira,más?,no lo pude contener y me gire interrumpiendo la poca gente que había detrás de mi,yendo para aquellos dos hombre,pidiendo explicaciones inmediatamente,no quisieron decir nada,y me empujaron con mis hermanos y seguir bajando a tierra. 
No sabemos como,pero estamos siguiendo a un señor pocos metros del barco.
Nos dice que vayamos a este sitio señalando un centro,bastante feo desde fuera,vamos y nos detienen algunos señores,que nos llevan a todos al centro,al acercarnos más a ese lugar se puede ver mejor un letrero que dice;"Centro de Detención de Inmigrantes Ilegales".No puedo creer que tengamos que ir a ese sitio,después de todo,y decido correr,sin pensarlo dos veces,no funciona,ya que ni en menos de diez segundos me volvieron a coger y me llevaron apartada de mis hermanos,con dos hombre cogiendome de los bazos,para que no volviera correr.